Querida (y odiada) EM:

Querida y odiada em:
Reconozco que el día que me dijeron que caminaríamos juntas el resto de mi vida me asusté, no había habido tiempo para presentaciones y de lo poco que sabía de ti nada me gustaba, pero a pesar de todo hoy he decidido sentarme y escribirte una carta de agradecimiento porque de tu extraña y a veces ardua presencia he sacado y saco cada día cosas buenas.
Aún sabiendo que a mi alrededor tenía personas buenas, tú has hecho que no envidie otra lotería más que la que ya me ha tocado en forma de familia y amigos.
Gracias a ti, sé lo que es descansar cuando hace falta, estoy aprendiendo a decir no, que lo necesitaba, he descubierto que ir al médico y conocer enfermer@s puede hacerte sentir afortunado más que desdichado gracias a su trabajo.
También he de agradecerte a enseñarme a trabajar para vivir no a vivir para trabajar aunque a uno le encante su trabajo.
Me estás enseñando a tener paciencia, que me hacia falta, a preocuparme por lo realmente importante y no a vivir como si todo fuese muy importante.
Sé que como tienes un carácter muy raro hemos tenido y tendremos momentos duros en nuestra relación pero los superaremos gracias a que he aprendido a vivir sin odiarte EM.

Beatriz

Share This