Querida (y odiada) EM:

Querida y odiada esclerosis múltiple, hoy, después de 7 años contigo, estoy aquí para agradecerte todo lo que has hecho por mi.

Tú, me has enseñado a ser fuerte, realista pero a la vez soñadora, valiente y luchadora. Tú, me has hecho ver el verdadero valor de la vida. Y tú, me has dejado claro que al final del túnel siempre hay luz. Por todo esto no pienso tirar la toalla, no pienso dejar de sonreír cada día cuando me levante y no pienso hacer ver que una enfermedad sin tratamiento es capaz de vencerme.

Tengo que reconocer que cada vez estas siendo más dura y cada año me cuesta más llevarte, pero eso no significa que no vaya a poder. Es mas, te voy a confesar que me voy cada día a comprar sola, cada domingo a la montaña, ayudo a mi hijo de 8 años con sus deberes y hago mis comidas y cenas de rechupete. A todo esto, me has quitado la vista pero a la vez me has dado un perro que me ayuda, me guía y me acompaña, al cual quiero con locura.

Sé que cada vez te harás más presente, pero aqui estaré yo para plantarte cara y decirte todo lo que pienso. Porque al final todo sale bien y si no sale bien, es que no es el final.

Esther Ruiz

Share This