Querida (y odiada) EM:

No llegaste a mí, sino a una de las mujeres más fuertes y que más quiero en este mundo: mi tía.

Ella, siempre tan libre y tan alocada… Intentaste apagarla con tus brotes y las incertezas que provocas una vez llegas ya que no sabes nunca cuando volverás a hacer tambalear la vida de aquél o aquella al que has absorbido su energía.

Aunque si es cierto que gracias a ti ella ha aprendido que cada día es uno nuevo y que si antes se valía por si sola, ahora también puede hacerlo y que sino aquí estamos ( su familia) para lo que venga, que tú, no das miedo, que tú, al fin y al cabo, provocas lealtad, confianza y fuerza.

Que si no hubieras aparecido, todo hubiera sido mejor… Pero que gracias a ti, consigues que nuestra familia se conserve fuerte y unida ante cualquier posible cambio que pueda hacer tambalear a una fuerte, perseverante y luchadora mujer como es mí tia.

Estrella

Share This