Querida (y odiada) EM:

Querida em, en mi caso querida

Ya son nueve años sin contar los previos al diagnóstico, que llevamos juntas de la mano (y ahora con bastón) caminando por esta nueva etapa de mi vida. En este 2017 hemos llegado al máximo —esperemos que así sea— y solo puedo agradecerte a la gente que me has acercado y de los que sabiamente has puesto en un segundo plano. Tratamientos, hospitalizaciones, cambios de médicos, y especialmente cambio en mí misma. Mi reflexión sobre ti y sobre nosotras.
Que pensaba que no podía más, ya estabas tú para recordarme que estba equivocada y demostrarme que ese más es muy relativo.
Que la Ley de prueba/error que tanto me enseñaron en mi profesión sanitaria era cierta y solo hacía falta creer, cambiar el prisma con el que se mira y cosas increíbles están esperándote si de verdad las deseas y encuentras el camino. Tu camino.
Nadie dijo que fuera fácil, pero nada que lo sea merece realmente la pena. Tú me lo enseñaste este año y no quiero dejar que pase al olvido. Mucho menos no agradecértelo.

Lhuna White.

Share This