Querida (y odiada) EM:

Quería darte gracias por llegar a mi vida. Sé que mucha gente no lo entenderá y pensará que esto es una locura, es lo que siento pero ya no sabría vivir sin ti, me vería perdida, me has hecho sufrir mucho, llorar hasta el punto de querer quitarme la vida, me has humillado. No soportaba tantas humillaciones no soportaba tanto dolor y quise irme de este mundo muchas veces , me llegué a sentir una mierda es la verdad una auténtica mierda.

Sin embargo, un día decidí escucharte. Quería saber lo que me pedías porque me estaba volviendo loca, y empecé a darme cuenta de que lo que me pedías no era tan malo que lo que me pedías era paz, tranquilidad, no alterarme y tomarme la vida con más calma. Echar lo malo echarlo fuera y coger solo lo bueno. Perder miedos.

Cuando me di cuenta de que eso era lo que me pedías empecé hacerte caso, empecé a tomarme la vida con tranquilidad, a coger solo lo bueno y lo malo echarlo de mi vida, empecé a quitarme miedos, (siempre fui muy miedosa y muy débil) hacerme fuerte, a pensar en mí , a no alterarme y tener más humor . Aprendí a ver el lado bueno de las cosas (que no todo es tan malo). A luchar y seguir luchando, a valorarme y subirme la autoestima, me enseñaste a vivir, porque, hasta que llegaste a mi vida, yo no hacía nada de eso.

Me enseñaste a ser más humana a querer, a perdonar y a olvidar el pasado y vivir el presente. Todo eso lo aprendí de ti, aunque cuando quieres eres muy cruel y conmigo lo fuiste y lo eres cuando no te hago caso en lo que me pides pues me las haces pagar, pero soy incapaz de odiarte.

Gracias a ti aprendí a vivir, y ahora me doy cuenta de que la paz, la tranquilidad, el quererse a uno mismo, la humanidad es lo que quiero en mi vida, aunque sé que no todo el mundo entenderá lo que digo pero yo te quiero y no me dejes sola, aprendí a vivir contigo.

María Giovanna

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